¿QUIEN ES EL DRAGÓN?

Las Sagradas Escrituras nos hablan de Satanás, diablo, serpiente, etc. Hemos entendido que este ente es el enemigo de Dios. De las Escrituras hemos aprendido que desde siempre ha querido quitar a Dios Padre Creador de su Trono y se ha querido sentar él. Pero ¿quien es Satanás? 

El siguiente extracto lo hemos tomado de del capítulo 2 de nuestro libro, aún en proceso LA HISTORIA QUE NOS MARCA". 

El capítulo 12 de Apocalipsis habla del momento cuando una bendita mujer que entendemos que es la tierra de Israel,que  está embarazada (de la promesa del advenimiento de un hombre que luego sería el Salvador del mundo) y es perseguida por un monstruo que quiere asesinar a su hijo por nacer.

Allí dice: “También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese…”

Cuatro versículos dan cuenta de esta imagen y todas están en Apocalipsis. De todas ellas solo la del capítulo 17 nos cuenta lo que realmente significa. Las siete cabezas son siete montes, y a la vez siete reyes. La misma bestia es el octavo rey. Los diez cuernos son diez reyes.
El gran dragón se refiere a la bestia dirigida por Satanás, a quien éste le da su poder. Las siete cabezas y diez cuernos representan los elementos de poder con que esta bestia actúa. Los diez cuernos son elementos puntuales de autoridad.  
Las estrellas que son arrojadas sobre la tierra son ángeles que se rebelaron en contra de Dios. A los ángeles se les conoce como estrellas y de esto ya dimos cuenta en el capítulo anterior. 
Continúa el relato de Apocalipsis 12 diciendo: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo…” Esta escena que se presenta acá es precisamente el momento de la rebelión de la que hemos hablado, y que trata todo este capítulo.
EL DRAGÓN: Uno tiende a pensar que este maligno ser, presentado en varías porciones de las Sagradas Escrituras es exclusivamente Satanás. Pero los testimonios bíblicos parecen indicar que hay algo más. 
NO PUEDE SER EXCLUSIVAMENTE SATANÁS: A menos que éste maligno ser sea un colectivo y no un ente individual 
¿Por qué decimos esto? 
Porque en la visión de Juan relatada en Apocalipsis 12:3,4 se muestra al dragón de las 7 cabezas y diez cuernos, quien junto con sus ángeles lucha en contra de Miguel quien también tiene un ejército de ángeles, en un lugar que no es la tierra. Es decir esta confrontación es íntegramente cósmica y no terrenal. 
Es decir no se trata de sistemas de gobierno, o de reyes en contra de Miguel, sino de poderes luchando en el cosmos; probablemente en los cielos que habitaron los espíritus. Esta es una confrontación celestial, muy probablemente en momentos cuando la tierra estaría poca o quizá sin población. No obstante las 7 cabezas y los diez cuernos ya estaban allí. 
Esta bestia que lucha contra Daniel en esta confrontación celestial, es la misma que es anunciada en Apocalipsis 13:1, que surge de la tierra. Esta bestia señalada acá (en este verso citado) ejerce poder sobre la tierra, como consecuencia de que fueron expulsados de los cielos. Este dragón perdió la batalla celestial (en contra de Miguel y sus ángeles), y le fue ordenado habitar la tierra. Acá desarrollaron lo que no pudieron hacer en los cielos. 
En consecuencia el dragón podría ser entendido como una de las siguientes formas de pensamiento: 
1. Satanás es el gran líder y cuenta con aliados de gran poder que trabajan con él, o para él. Por debajo de estos poderes están los ángeles que se les aliaron.
2. Satanás es todo el dragón, de tal manera que Satanás es un colectivo, formado por todos los elementos de poder que han sido citados. 
No podemos dejar de lado las palabras de Juan el apóstol, que aparecen en Apocalipsis 12 y 20. ÉL dijo: 
1. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. (Apocalipsis 12.9)
2. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años. (Apocalipsis 20:2)
En consecuencia el diablo y Satanás es el dragón. Así pues el dragón puede ser una de las dos opciones anteriores. 
La opción de colectivo cobra fuerza cuando dice: “Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?” (Juan 6.70) Es decir “es diablo” queda enmarcado en un patrón. No es diablo una individualidad, sino una determinada conducta establecida como “una naturaleza”. Así pues todos los poderes que actuaron desde el inicio de las cosas como adversario o engañador, cuyo logos es la mentira, queda catalogado como dragón.
LA BESTIA QUE ERA Y NO ES: Hemos dicho que 4 citas es posible encontrar que hablan de la bestia de siete cabezas y diez cuernos. De ellos el que está en Apocalipsis 12:3,4 nos muestra a este dragón guerreando con Miguel, en un escenario que como hemos dicho parece cósmico y cuyo evento pudo haber ocurrido antes de la creación del hombre terrestre.  
Otra de las citas, la de Apocalipsis 13:1 nos dice que una bestia de siete cabezas y diez cuernos surge del mar. Esta bestia es muy similar a la citada en Apocalipsis 12:3,4 por lo que presumimos que es la misma. 
Una tercera cita, esta vez en Apocalipsis 17:3 nos muestra a una mujer sentada sobre un bestia escarlata que tiene siete cabezas y diez cuernos. Tal parece que esta mujer está sentada sobre la misma bestia descrita en los versos anteriores, por lo que deducimos que se trata del mismo dragón. Esta mujer es la gran ramera (prostituta) que ha fornicado con muchos hombres y se vende a muy bajo precio. Asumiendo que esta prostituta sea el sistema religioso desarrollado desde Constantino (que dio origen a la iglesia católica y a la evangélica), podemos asumir que la bestia (el dragón) dio origen a este sistema religioso.
Un último pasaje cita a la bestia de siete cabezas y diez cuernos. Este es Apocalipsis 17:7. Acá el ángel le explica a Juan quien es la bestia y dice lo siguiente: 
Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos. La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será. Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo.  La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición.  Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia.  Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia.
Esta frase podría sacarnos de confusión. A Juan le fue dicho que la bestia era, y que en el momento cuando Juan recibía la visión NO ERA, pero que SERÍA NUEVAMENTE.
 ¿Qué significa esto? ¿Cómo se puede entender? 
Acá hay tres tiempos que son de nuestro interés. El primero de ellos es cuando la bestia ERA, el segundo instante es cuando la bestia NO ES, y el tercero es cuando a bestia VUELVA A SER. 
LA BESTIA QUE ERA:
Podríamos inferir por lo que hemos visto hasta ahora, que el momento cuando la bestia ERA es aquel que nos cuenta Apocalipsis 12:3,4. En ese momento el dragón estaba organizado para derrocar a Dios Creador Yahweh. En ese sentido se organizó a través de sus siete grandes poderes para lograr alianzas con ángeles. 
En ese contexto Ezequiel nos cuenta: “A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector”. Las alianzas que el querubín protector hizo con los ángeles, Ezequiel las llama contrataciones. Estos acuerdos los conoció Dios Padre Creador y decidió la expulsión de estas fuerzas adversas, no sin antes desatarse una gran guerra en los cielos. 
Ciertamente el querubín no saldría de aquel lugar de manera sencilla y obediente. Fue necesario una gran confrontación para ello. En la salida llevó con la tercera parte de los ángeles. Así dice Apocalipsis 12.
Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Apocalipsis 12:9
y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra.
Apocalipsis 12:4
Esta, la de la confrontación celestial, es la bestia que era.
LA BESTIA QUE SERÁ: El tercer tiempo de los mencionados es la que aparece en Apocalipsis 13. La bestia de Apocalipsis 13 es una forma de gobierno sobre la tierra. Pero ¿por qué vuelve a surgir después de tanto tiempo desde aquel momento de la lucha cósmica? Es simple. En este momento, al igual que en aquel, están buscando el mismo objetivo: establecer un gobierno que quite del medio el gran gobierno del Padre y coloque al querubín protector en el lugar de Dios. 
Esto está sucediendo ahora, en este momento. Una forma de gobierno sumamente poderoso opera sobre toda la tierra, y su objetivo es colocar al querubpin grande y protector en el trono de Dios. 
Acerca de este gobernante escribió Pablo: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios”. (2 Tesalonicenses 2:3,4)
Su propósito ha sido sentarse en el lugar de Dios, haciéndose pasar por Dios. 
LA BESTIA QUE NO ES: Durante la visión de Juan, cuando el Señor Yahshúa el Mesías le contaba lo que pasaría en el mundo, Se le dijo: “…la bestia no es…” Es así porque en ese momento no actuaba, estaba inoperante, solo en cuanto al propósito de establecer un gobierno que reemplazara al de Dios. 
Posterior a la gran derrota celestial las fuerzas angelicales que forman la tierra estuvieron “ocupadas” en otros asuntos, y en la organización de la segunda acción. Fue durante el gobierno de Constantino que, una vez ocurrido el concilio de Nicea, se dio inicio al nacimiento de la gran ramera. 
Sin embargo algunos eventos de mucho interés, sucedieron en la tierra durante algunos años. Posterior al diluvio se propagaron sobre la tierra las doctrinas que formaron parte de la gran Babilonia, las cuales estaban formadas por supercherías, brujerías y cosas por el estilo.  Sin embargo estas cosas no garantizaban o promovían un asalta definitivo al poder.
Estas doctrinas se fueron constituyendo en el dogma central de la religión formal, conocida como catolicismo del cual surgieron también las iglesias evangélicas.  
En consecuencia el dragón, constituido por siete cabezas y diez cuernos, ha existido desde siempre y ha guerreado en contra del Padre Creador Yahweh. No pudo derrocarle en el primer asalto, durante la confrontación celestial. Ahora intentará un segundo asalto, estableciendo un gobierno en la tierra. Esto marcará el final del sistema conocido y el establecimiento de una nueva forma de mandato. 
¿QUIÉN ES EL DRAGÓN?
Como hemos estudiado el dragón tiene siete cabezas, que explicados según el ángel son, además, siete montes. El término “oro” se usa en el griego para designar monte, montaña, colina. Pero también dice que son siete reyes. Basileus es usado para llamar a un rey, un gobernante o un emperador. Así pues según lo que describe el ángel, las siete cabezas son siete montes y al mismo tiempo siete gobernantes. Figurativamente la altura de un monte, el cual se impone sobre el resto del terreno, se puede comparar con el poder de un gobernante que se impone sobre sus gobernados. Así pues un monte es metafóricamente lo mismo que un rey, cuando de fuerza se trata.
Pero desde el punto de vista de lo que nos quiere decir el Señor, ¿cómo se explica esto? 
En el libro de Enoch podríamos encontrar una respuesta. Es en este libro donde encontramos que a los ángeles de gran autoridad y jerarquía, se les llama montes y también estrellas. 
La escena descrita anteriormente muestra al dragón escarlata frente a la mujer embarazada, en actitud hostil buscando enfrentarla y destruirla. Ella está a punto de dar a luz y el dragón quiere destruir a su hijo. El hijo es arrebatado y llevado a los cielos. 
En ese momento Dios da instrucciones a Miguel para enfrentar al dragón escarlata, que es el mismo querubín protector. Miguel con sus ángeles se enfrentó al dragón y sus ángeles, y les derrotó enviándoles fuera. No hubo más lugar para ellos en el cielo. 
Apocalipsis 12 da un poco más de datos: “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”. Como resultado de la batalla cósmica en la que Miguel se enfrentó al dragón, Satanás fue lanzado fuera. Pero ¿fuera de dónde?
Ezequiel 28 nos lo dice: “A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del Monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector”. La razón por la cual el querubín es echado del monte de Dios es por los acuerdos (que Ezequiel llama contrataciones) que condujo a que la tercera parte de los ángeles le dieran la espalda al Dios Creador y se fueran con la criatura. 
Como hemos dicho el querubín (quien luego es Satanás), fue creado en un Edén que estaba en el Monte de Dios, que es el lugar adonde Dios habita. Y de allí fue expulsado luego de la gran batalla cósmica. 
Luego sigue diciendo: “Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti”. Acá encontramos el lugar adonde Dios pensó mandar al querubín luego de su rebelión: a la tierra. Sólo que en ese momento aún no había sido creada. Por ello Dios dice “yo te arrojaré”; en futuro (para el momento que lo decía). 
Más adelante dice: “…yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran”. Esta expresión “saqué fuego en medio de ti…” pareciera dar indicios del momento cuando Dios decide crear el infierno para el diablo y sus ángeles (cita). Luego de consumido por el fuego Dios le pone en tierra, dejando claro cuál sería el lugar de su destino final.

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