PRIMER LIBRO DE ENOC | LOS ENEMIGOS Y LOS ELEGIDOS | Capítulo 5 (5:4-9)
PRIMER LIBRO DE ENOC.
LOS ENEMIGOS Y LOS ELEGIDOS.
Capítulo 5
El final del capítulo 5 es dedicado a mostrar palabras a los enemigos de Dios y a los elegidos. Los enemigos de Dios se caracterizan por las cosas que dicen. Recordemos a Daniel en su visión del capítulo 7. Hablando del inicuo que se hará pasar por Dios, a quien Daniel muestra como un cuerno que sale de la cabeza de la bestia horrible, dice Daniel: Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes palabras que hablaba el cuerno.... Más adelante añade: ...asimismo (quise saber) acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que le había salido, delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandes cosas.
Igualmente, Juan menciona el tema de lo que hablan y dicen los soberbios de los ángeles caídos y de los descendientes de Satanás. En el capítulo 13, citando a la bestia que surge del mar, él dice: y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses...
Judas, citando a Enoc, escribe: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él. Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho.
En esta porción que escucharemos seguidamente que se encuentra en el capítulo cinco, versos cuatro al nueve, notamos que Enoc menciona a aquellos altivos de corazón, que hablan palabras altivas en contra de Dios y de Su Hijo. Pero también resalta Enoc, que los benditos de Dios les caracteriza su humildad y silencio.
Recordemos lo que fue dicho del Señor Yahshúa: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida.
Escuchemos, entonces, la porción que falta del capítulo 5.
Pero, vosotros cambiáis sus tareas y no cumplís su palabra y en cambio la habéis transgredido y habéis ultrajado su grandeza con palabras altaneras e hirientes de vuestra boca impura. Duros de corazón, ¡no habrá paz para vosotros! Por ello maldeciréis vuestros días y los años de vuestra vida se perderán; pero los años de vuestra destrucción se multiplicarán como una maldición eterna, y no habrá misericordia ni paz para vosotros. En esos días vuestros nombres significarán maldición eterna para todos los justos y en vosotros serán malditos todos los malditos y por vosotros jurarán todos los pecadores y malvados.
Para los elegidos habrá luz, alegría y paz y heredarán la tierra, pero para vosotros impíos habrá maldición. Y entonces la sabiduría se dará a los elegidos y vivirán todos, y no pecarán más ni por olvido ni por orgullo, sino que en cambio los que sean sabios serán humildes. No transgredirán más ni pecarán el resto de su vida, ni morirán por el castigo o por la ira divina, sino que completarán el número de los días de su vida. Su vida será aumentada en paz y sus años de regocijo serán multiplicados en eterna alegría y paz por todos los días de su vida.
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