PRIMER LIBRO DE ENOC. CAPÍTULO 6. EL PACTO DE LOS ÁNGELES CAÍDOS
Este capítulo es realmente interesante porque muestra lo que ocurrió sobre la tierra, cuando los ángeles caídos vieron a las mujeres hermosas y las codiciaron. Sin embargo, acá conviene preguntarse ¿de dónde salieron estás mujeres? ¿eran descendientes del linaje santo? Esto, seguro, debe ser respondido.
Recordemos que, antes de ocurrir esto, yan Caín había sido
expulsado de la zona donde vivía con sus padres, y caminando hacia el oriente
del mundo, encontró a una tribu nómada y haciendo amistad con ellos, conoció a
quien sería su mujer y con quien desarrollaría un linaje.
La descendencia de Caín no está incluida en el linaje
santo, sino por el contrario es una progenie maldita (como veremos más
adelante) que deberá ser eliminada por completo de sobre la tierra.
ELLOS TUVIERON FAMILIA CON ESTAS MUJERES.
Cómo es detectable rápidamente, este capítulo es muy
parecido con el mismo 6 del Génesis de Moisés. Y éste dice que de la unión de
estos ángeles con las mujeres de la tierra salieron gigantes.
Enoc nos dirá más adelante que tales gigantes medían
alrededor de 1500 m ¡Extraordinario!!!
Debemos recordar, también que Satanás NO ES una
individualidad, sino una entidad de 17 autoridades. Siete de ellas mayores que
las otras 10. Acá, Enoc nos da el nombre de ellas, y nos dice quién es el de
más alto rango: Shemihaza.
Escuchemos lo que
pasó:
Así sucedió, que cuando en aquellos días se
multiplicaron los hijos de los hombres, les nacieron hijas hermosas y bonitas;
y los Vigilantes, hijos del cielo las vieron y las desearon, y se dijeron unos
a otros: "Vayamos y escojamos mujeres de entre las hijas de los hombres y
engendremos hijos".
Entonces Shemihaza que era su jefe, les dijo: "Temo que
no queráis cumplir con esta acción y sea yo el único responsable de un gran
pecado". Pero ellos le respondieron: "Hagamos todos un
juramento y comprometámonos todos bajo un anatema a no retroceder en este
proyecto hasta ejecutarlo realmente". Entonces todos juraron unidos
y se comprometieron al respecto los unos con los otros, bajo anatema.
Y eran en total doscientos los que descendieron
sobre la cima del monte que llamaron "Hermon", porque sobre él habían
jurado y se habían comprometido mutuamente bajo anatema.
Estos son los nombres de sus jefes: Shemihaza,
quien era el principal y en orden con relación a él, Ar'taqof, Rama'el,
Kokab'el, -'el, Ra'ma'el, Dani'el, Zeq'el, Baraq'el, 'Asa'el, Harmoni,
Matra'el, 'Anan'el, Sato'el, Shamsi'el, Sahari'el, Tumi'el, Turi'el, Yomi'el, y
Yehadi'el.
Estos son los jefes de decena.
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