EL PRIMER LIBRO DE ENOC. CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO
Enoc mira el momento de la primera resurrección, tiempo cuando los que murieron en el Ungido serán levantados.
Como dijo el profeta Daniel:
En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. (Daniel 12:1,2)
Y como dice Enoc, entre ellos seleccionará a los justos, porque de entre ellos habrá contaminación, con un pueblo que no es de Dios.
Como dice la parábola de la red:
Asimismo el reino de los cielos
es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; y
una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y
lo malo echan fuera. Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y
apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego;
allí será el lloro y el crujir de dientes.
(Mateo 13: 47-50)
Y una gran alegría inundará los cielos:
Después
de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya!
Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; porque sus
juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha
corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus
siervos de la mano de ella. Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube
por los siglos de los siglos. (Revelaciones 19:1-3)
Escuchemos a
Enoc,
En esos días la
tierra devolverá lo que ha sido depositado en ella; el seol también devolverá
lo que ha recibido y los infiernos devolverán lo que deben.
Por los mismos
días el Elegido se levantará y de entre ellos seleccionará a los justos y a los
santos, porque se acerca el día en que serán salvados.
El Elegido se
sentará en mi trono en esos días y de su boca fluirán todos los misterios de la
sabiduría y consejo, porque el Señor de los espíritus se lo ha concedido y lo
ha glorificado.
En esos días
las montañas se moverán como arietes y las colinas saltarán como corderos que
han tomado leche hasta quedar satisfechos; los rostros de los ángeles del cielo
brillarán alegremente; la tierra se regocijará, los justos la habitarán y los
elegidos se pasearán por ella.
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