LIBRO DE ENOC. CAPÍTULO OCHENTA Y NUEVE. PARTE 5

 

Continuamos en el capítulo 89 del libro de Enoc, y ahora vamos a presentar la parte 5. Este capítulo cuenta un sueño que tuvo Enoc cuando era aun muy joven y, a través de él, pudo mirar todo lo que acontecería con el pueblo de Dios a través de los años y lo hará mediante el uso de la figura de animales conocidos.

En esta oportunidad, Enoc es testigo del momento cuando Israel cruza el Jordán y llega a la tierra prometida. Luego nos muestra a Saul y a David, representados por corderos. En cambio Samuel es una oveja que “puede ver”.

Nos habla también, de cuando Saul se hizo enemigo de David y le persiguió, hasta que Saúl muere.

Escuchemos

 

Vi hasta que terminaron de llorar por esta oveja, después atravesaron este río y vinieron otras ovejas, que las guiaron en lugar de las que se durmieron después de haberlas guiado.

Vi las ovejas hasta que entraron en una región hermosa, en una tierra agradable y espléndida. Vi esas ovejas hasta que fueron saciadas, y ese campamento estaba entre ellas en esa tierra agradable.

Tan pronto como abrían los ojos se cegaban, hasta que se levantó otra oveja y las guio y las condujo a todas y se abrieron sus ojos.

Los perros, los zorros y los jabalís salvajes se pusieron a devorar estas ovejas, hasta que el Señor de las ovejas levantó un carnero de en medio de ellas, para guiarlas.

Ese carnero comenzó a embestir de un lado y de otro a esos perros, zorros y jabalís, hasta que hizo perecer a todos ellos.

Esa oveja cuyos ojos fueron abiertos, vio que al carnero que estaba entre las ovejas lo abandonaba su gloria, y comenzaba a embestir a las ovejas, a pisotearlas y a comportarse en forma indebida.

Entonces el Señor de las ovejas envió al cordero a otro cordero, y lo ascendió para que fuera un carnero y dirigiera a las ovejas, en vez del carnero al que había abandonado su gloria.

Fue a su lado y le habló en secreto y lo ascendió a carnero, lo hizo juez y pastor de las ovejas, pero durante todos estos acontecimientos, los perros oprimían a las ovejas.

El primer carnero persiguió al segundo, y este segundo salió y huyó de su presencia, pero vi hasta que los perros abatieron a aquel primer carnero.

Después ese segundo carnero se levantó y condujo a las ovejas y engendró numerosas ovejas y luego se durmió. Una pequeña oveja se convirtió en carnero y fue el juez y el líder en su lugar
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