PRIMER LIBRO DE ENOC. CAPÍTULO OCHENTA.
En este momento está a punto de terminar el gran viaje de Enoc, y el tiempo de su aprendizaje está finalizando. Enoc conoció todo lo que otro ser humano desconoce, y a él se le dio la virtud de aprenderlo.
Con la visita a los astros, culminó todo aprendizaje y Enoc se preparará para regresar a la tierra, para contar todo a sus hijos, y a los hijos de los hombres.
En este capítulo 80, se pone final a todas las cosas que Enoc debía aprender, pero se le informa, lo que será después que los hijos de los hombres comiencen a repoblar la tierra, después del diluvio. Recordemos que Enoc es prediluviano, pero en sus días de aprendizaje es muy probable que el diluvio estuviese ocurriendo, o a punto de suceder.
Los días de lo pecadores, que leeremos en este capítulo 80, se refiere al linaje que no se originó en Dios a través de Adán, sino que viene por la obra de los ángeles caídos y, ellos, son pecadores por naturaleza.
Acá, en este capítulo, veremos los planes que Dios tiene para con ellos.
Escuchemos a Enoc:
En esos días, Uriel me dirigió la palabra y me dijo: "Mira que te he revelado todo Enoc. Te he enseñado todo para que pudieras ver este sol, esta luna, las guías de las estrellas de los cielos, y todos aquellos que las hacen recorrer y sus tareas, tiempos y salidas.
En los días de los pecadores, los años serán acortados y su semilla llegará tarde a sus tierras y campos. Todas las cosas sobre la tierra se alterarán y no saldrán a su debido tiempo; la lluvia será retenida y los cielos la retendrán.
En esa época los frutos de la tierra serán retenidos, no crecerán a tiempo los frutos de los árboles, serán retardados;
La luna alterará su orden y no aparecerá a su debido tiempo
En esos días el sol será visto en el cielo ardiente, extendiendo la esterilidad y viajará por la noche sobre el límite del gran carro del occidente, y brillará más que lo que corresponde al orden de su luz.
Muchas guías de las estrellas trasgredirán el orden, alterarán sus órbitas y tareas, y no aparecerán en el momento prescrito para ellas.
Todas las leyes de las estrellas serán ocultadas a los pecadores; los pensamientos de quienes viven sobre la tierra, estarán errados al respecto y ellos equivocarán sus caminos y tendrán a las estrellas como dioses.
El mal se multiplicará sobre ellos, y el castigo contra ellos llegará para aniquilarlos a todos.
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