PRIMER LIBRO DE ENOC. CAPÍTULO CINCUENTA Y NUEVE
En este capítulo, Enoc se sale un poco de la reveladora historia de cuanto ha de suceder a los hijos de los ángeles caídos y, cual será la suerte de los poderosos y, como hará en otras porciones, nos relatará maravillado lo que observan sus ojos.
Extasiado en lo que ve, nos habla de los relámpagos y
de los truenos, su sonido y, además, nos dice que cuando lo hacen es porque
traen un mensaje de Dios, el cual puede ser de bendición o de maldición.
Dice Enoc, que cuando los relámpagos se manifiestan
y emiten sus voces; es decir truenan, podría ser porque traen un juicio de
Dios. Él mismo cuenta que, cuando fue levantado y llevado a los cielos, los relámpagos
y truenos me apremiaban y me despedían (Enoc 14:8)
Enoc nos revela un milagro en el Capítulo 44, verso 1. Allí nos dice que
las estrellas pueden llegar a convertirse en relámpagos. Él dice: Vi también otros fenómenos relativos a los
relámpagos: cómo algunas estrellas surgen, llegan a ser relámpagos y no pueden
abandonar su nueva forma.
Hay muchas otras menciones acerca de los relámpagos,
pero hasta ahora nos quedaremos solo con estas.
Escuchemos a Enoc
Capítulo 59
En
esos días mis ojos vieron los misterios de los relámpagos, de las luces y de su
juicio.
Ellos
resplandecen para una bendición o para una maldición, según la voluntad del
Señor de los espíritus.
Allí
vi los misterios del trueno y, cómo cuando resuena en arriba en el cielo, su
voz es escuchada y me hace ver el juicio ejecutado sobre la tierra, ya sea que
sea para bienestar y bendición, o para maldición, según la voluntad del Señor
de los espíritus.
Y
después de esto, todos los misterios de las luces y de los relámpagos me fueron
mostrados: ellos brillan para bendecir y satisfacer.
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