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Mostrando entradas de octubre, 2024

PRIMER LIBRO DE ENOC. CAPÍTULO SETENTA Y OCHO.

  En este capítulo 78, parece que Enoc está hablando con su hijo Matusalén, y está haciendo un resumen conclusivo. Dice que cada estrella tiene mandamiento, así como nos lo ha mostrado con el sol y la luna, en los capítulos previos. Dice que el mandamiento sobre cada astro se cumple invariablemente, y nunca deja de ser, no importa lo que está sucediendo en el cosmos. El mandamiento nunca es interrumpido, o cancelado. La disminución de la luna se refiere a la perdida de luminosidad, que da lugar a las fases que conocemos. Dice que la luna pierde luz en la sexta puerta. El ciclo lunar dura 28 días, con 4 fases de 7 días cada una, y sub fases que quedan incluidas en las anteriores. El mes inicia en cada luna nueva. Según Enoc, el sol hace un giro cada día alrededor de la tierra, al igual que la luna. No obstante, el tiempo de viaje de la luna es inferior al del sol. A lo largo de 1 año y medio, la suma del faltante alcanza 5 días. Escuchemos a Enoc. Y ahora, hijo mío Matus...

PRMER LIBRO DE ENOC. CAPÍTULO SETENTA Y SIETE

  Enoc está finalizando su recorrido y, culminando su aprendizaje acerca de las luminarias, y del movimiento de estos astros. Nos explica Enoc porque llevan nombre los puntos cardinales. Igualmente nos dice Enoc que el Paraíso de Justicia está en la tierra. También nos cuenta sobre los tres grandes siete. Escuchemos a Enoc. Al oriente lo llaman este, porque es el primero; al sur lo llaman mediodía porque allí habita el Grande y en Él reside el Bendito por siempre. Al gran punto cardinal lo llaman poniente porque allí van las estrellas del cielo, por allí se ponen y por allí se ocultan, por eso lo llaman poniente. Al norte lo llaman así, porque en él se esconden, se reúnen y se vuelven todos los astros del cielo, y se dirigen hacia el oriente de los cielos. Al oriente lo llaman levante, porque desde allí se alzan los cuerpos celestes, y desde allí se levantan. Vi tres secciones de la tierra: una para que en ella habiten los hijos de los hombres, otra para todos los m...

PRIMER LIBRO DE ENOC. CAPÍTULO SETENTA Y SEIS

  PRIMER LIBRO DE ENOC. CAPÍTULO SETENTA Y SEIS. En esta porción Enoc nos muestra el efecto de los vientos, sobre las circunstancias que ocurren en este mundo. Dice Enoc que en el cosmos hay doce puertas, por cada una de las cuales entran vientos. Estos vientos tienen la propiedad de causar el bien o el mal. Ocho de las doce puertas dejan entrar vientos de mal, por lo que solo cuatro de las doce, vientos de bien. Según lo que nos muestra Enoc, en el cosmos hay puntos cardinales y las puertas están orientadas de acuerdo a ellos. Sabemos que los vientos son espíritus o viceversa, por lo que asumimos que acá se podría hacer referencia a uno o a lo otro, cuando se menciona al viento. Estos, como dijimos, pueden hacer bien o mal. Dice que cuatro de los vientos (o espíritus) son para la curación de la tierra y nos dice que ellos trae; la lluvia, los frutos, la reanimación, el bienestar, la prosperidad y el rocío. En cambio, por las puertas de daño salen: la destrucción, la sequ...

PRIMER LIBRO DE ENOC. CAPÍTULO SETENTA Y CINCO

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Continúa Enoc la explicación del funcionamiento del cosmos. y las grandes luminarias. Acá se nos muestra cómo funciona la radiación solar, y la presencia de puertas en el cosmos que dan entrada a los rayos solares. Escuchemos a Enoc. Capítulo 75 Los jefes de las cabezas de mil que están encargados de toda la creación, y de todas las estrellas, tienen qué hacer con los cuatro días intercalados, siendo inseparables de su obra de acuerdo con el cómputo del año, tienen que prestar servicio durante cuatro días que no son contabilizados. Por esta causa los hombres se equivocan, pues estas luminarias prestan servicio exactamente a las estaciones del mundo, una por la primera puerta , otra por la tercera, otra por la cuarta y otra por la sexta puerta y la armonía del mundo se cumple en trescientos sesenta y cuatro estaciones. Porque los signos, los tiempos, los años y los días me los mostró Uriel, el Vigilante a quien el Señor de gloria ha encargado de todas las luminarias del cielo ...