PRIMER LIBRO DE ENOC. CAPÍTULO CUARENTA Y UNO.

Enoc vuelve a la descripción de su recorrido, y ahora continúa conociendo cosas maravillosas. Tal parece que él, aún permanece en el lugar que describió en el capítulo 39:

 Y las nubes me cubrieron, y el viento me levantó de la superficie de la tierra y me dejó en el límite de los cielos.

Allí tuve otra visión: vi el lugar donde habitan los santos y el lugar de descanso de los justos.

Ahí contemplé con mis ojos las moradas en medio de los ángeles de justicia y sus lugares de descanso entre los santos. Mientras suplican y oran por los hijos de los hombres, la justicia brota entre ellos como el agua y la misericordia se esparce sobre ellos como el rocío sobre la tierra, por los siglos de los siglos.

En ese lugar con mis ojos vi al Elegido de Justicia y de Fe; la justicia prevalecerá en sus días y los justos y los elegidos serán innumerables ante él por los siglos de los siglos

Ahora, él continuará contándonos visiones extraordinarias. Él verá, como los castigados son expulsados de ese lugar, por causa del castigo que les ha sido impuesto. También, es testigo de la bendición dada a los escogidos.

Luego, presenciará mucha astronomía. Verá lo relacionado a los truenos y relámpagos, los vientos, las nubes y el rocío. También, contemplará lo relativo al granizo, a las nubes y presenciará el camino y el comportamiento de la luna y el sol.

Escuchemos a Enoc

Después, vi todos los misterios de los cielos, y cómo el reino está dividido y, cómo las acciones de los humanos son pesadas en la balanza.

Allí vi la habitación de los elegidos, y la morada de los santos, y mis ojos vieron a los pecadores cuando eran expulsados de allí, porque rechazaron el nombre del Señor de los espíritus, y no podían quedarse a causa del castigo que procede del Señor de los espíritus.

Allí mis ojos vieron los misterios del relámpago y del trueno, y los secretos de los vientos y, cómo se distribuyen para soplar sobre la tierra. Y los secretos de las nubes y el rocío, de dónde proceden en ese lugar y, desde dónde saturan el polvo de la tierra.

Allí vi las cámaras cerradas, desde donde son distribuidos los vientos, el depósito del granizo y del viento, el depósito de la neblina y las nubes que revolotean sobre la tierra, desde el comienzo del mundo.

Y vi las cámaras del sol y de la luna, de dónde proceden y hacia dónde regresan, y su maravilloso retorno. Cómo el uno es superior a la otra; su magnífica órbita y cómo no se alejan de ella, y mantienen fielmente el juramento que han hecho uno a otro.

El sol sale primero, y sigue su ruta según el mandamiento del Señor de los espíritus, cuyo nombre es poderoso por los siglos de los siglos.

Y después de eso, vi el camino oculto de la luna y el visible, y ella cumple el recorrido de su camino en ese lugar, de día y de noche. Uno mantiene una posición opuesta al otro, ante el Señor de los espíritus. ellos dan gracias y alaban sin descanso, porque para ellos dar gracias es descansar.

El sol gira frecuentemente para bendecir, o para maldecir y el recorrido de la ruta de la luna es bendición para los justos y tinieblas para los pecadores, en el nombre del Señor, que ha separado la luz de las tinieblas, ha repartido los espíritus de los humanos, y ha fortalecido los espíritus de los justos en nombre de su justicia.

Porque ningún ángel lo impide, y ningún poder es capaz de impedirlo, porque Él cita un juicio para todos ellos, y los juzga a todos ante Él
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