LA QUINTA TROMPETA

EL PRELUDIO A LAS TRES ÚLTIMAS:
Las tres últimas trompetas también son denominados como ayes.  Miré y oí volar un ángel por en medio del cielo, diciendo a gran voz: “¡Ay, ay, ay de los que habitan en la tierra, por razón de los demás toques de trompeta que los tres ángeles aún han de tocar!”
El análisis de la última trompeta, forma parte del capítulo____ de nuestro manuscrito, “Lo que usted debe saber acerca del tiempo del fin”. Así que acá hablaremos de las primeras seis. Sin embargo de primer momento, solo comentaremos de las cinco y las seis.

EL PRIMER “AY”: LOS CUERPOS CELESTES. LA TROMPETA CINCO.

El primer “ay”, que corresponde a la trompeta cinco, Juan lo describe de manera muy gráfica. Utiliza, según lo que el conocía para la época, figuras como langostas, caballos, escorpiones, león, mujer, etc.
No obstante es un evento que aún no ocurre, por lo que las imágenes de las que habla Juan, no serían tan comunes en estos tiempos. Quizá donde mejor se acerque a lo que solemos ver en estos tiempos, es cuando dice: Tenían corazas como corazas de hierro. Ap 9.9…Y en sus colas está su poder para hacer daño a los hombres durante cinco meses. Ap 9.10. El hierro si se nos parece a algo de uso en nuestros días, por lo que podemos recibirlo sin problemas. No obstante dejaremos que el texto nos vaya llevando.

La quinta trompeta inicia hablando de “una estrella que cayó del cielo a la tierra”. Debemos entender entonces que esta figura sería un ángel, dado que en Ap 12.4 se dice que Satanás con su cola “arrastraba  la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra” Estas estrellas ahora son demonios. No quiero decir que la estrella que vio Juan, sea uno de los demonios que arrastró Satanás, pero a los ángeles se les llama estrellas.
Job 38.7 dice que entre tanto Dios creaba las cosas las estrellas le alababan, y se regocijaban los hijos de Dios. Esto pareciera corroborar que las estrellas son los ángeles, sus hijos.

La NVI, en su comentario de pie de página dice: Aquí la estrella es un agente divino.
La Reina Valera, revisión 1995 dice: Estrella: Probablemente un ángel.
El Comentario Bíblico Moody: Probablemente la estrella que cae del cielo, a quien le fue dada la llave del pozo del abismo, sea como dice Weidner:”un ángel malo, el instrumento de la puesta en ejecución del propósito de Dio, con respecto al mundo impío”.
Jamieson, Fergunson y Brown lo relacionan con Satanás.

Mi opinión es que este no es un demonio o diablo, porque todos los demonios y hasta el mismo Satanás fueron expulsados de los cielos, para el momento de la resurrección. Un demonio o diablo no podía estar arriba, en los cielos para ese momento, porque ya habían sido expulsados. Cuando el Señor resucitó, limpió las cosas celestiales (Hebreos 9.23) una vez que hubo entrado en el Santuario de Dios, de tal manera que Satanás cae como un rayo, antes que el Señor Jesús ascienda.

LA EXPULSIÓN  DEL DIABLO: Para entender esto debemos tener a mano Apocalipsis 12. La mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, pareciera ser el pueblo de los santos. Esto lo digo porque la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.( Los mil doscientos sesenta días corresponden a los 3 años y 165 días (5 meses y 15 días)  que durará la persecución. Daniel habla de 1290 días, o sea un mes más que Apocalipsis. Esto correspondería a 3 años, 6 meses y 15 días. (Daniel dice: Bienaventurado el que llegue a 1335 días, o sea 3 años y 8 meses)).

 Es decir quienes serán perseguidos es el pueblo de los santos, según da testimonio el libro de Apocalipsis y Daniel 7. Como Juan menciona a una mujer escondiéndose, entonces ella debe representar la reunión del pueblo de los santos, formado por judíos y cristianos. El dragón con siete cabezas y diez cuernos es la misma bestia, de la que habla Apocalipsis 13, y Daniel 7. Entonces este momento del que habla Apocalipsis 12, es el mismo momento de la gran tribulación.

Sigamos con el relato. Antes del acontecimiento de la huida de la mujer hacia el desierto, el dragón se ha venido a la tierra y con él se viene la tercera parte de los ángeles, para comerse al hijo que va a nacer. Esto sucede una vez que la mujer ha quedado en cinta, es decir antes de la huida.
La Biblia, como cuenta el capítulo 2 de Mateo, especialmente el verso 16, nos relata el intento de asesinar a Jesús, cuando aún era un bebé, cumpliendo así las palabras dichas aquí. De otros intentos no se sabe, excepto el de la crucifixión.

Después de la cruz, habiendo pasado 3 días en las partes bajas de la tierra, una vez que el Señor resucita (y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono), entonces la mujer huye el desierto. 

Según Reina – Valera, 1960,  el verso 7 comienza diciendo: Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles. La versión original en griego para “Después” es Kai que traduce más correctamente “Y”. De hecho la traducción es “Y hubo una batalla…”. La RV, 1995, dice: “Entonces hubo una batalla…”.
Reina – Valera 1909 dice: “Y fue hecha grande batalla en el cielo…”.

Es importante tener claro cuando se produce la batalla, porque esto evitaría la confusión. La conjunción “Y” propuesta por el original deja abierto el tiempo de la batalla, y no le pone un instante específico. EL adverbio “después” y “entonces”, si lo hacen.

La posición que deseo demostrar es, que las escrituras, parecieran dejar claro que el diablo fue echado de los cielos, junto con sus demonios, antes que Jesús ascendiera después de resucitar. Y esto pareciera quedar demostrado cuando dice que y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. (Apocalipsis 12.4). El diablo bajo a la tierra con sus ángeles, cuando la mujer quedó en cinta.

La posición de la conjunción “entonces” podría mas bien ser derivada como una intersección, que denota que un hecho se origina de otro. La guerra en los cielos se originó porque Satanás se vino a la tierra, con sus ángeles, a matar al niño recién nacido. Es decir que cuando Satanás se vino a la tierra, Miguel y los ángeles que le acompañan, guerrearon contra el diablo y los expulsaron.

El momento del descenso definitivo de Satanás a la tierra es, antes de la resurrección. Fijémonos que el verso 10 (según RV1960) dice: Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de Su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios, día y noche.
La voz desde el cielo está revelando que “ahora ha venido”. EL término en el griego dice:  que se podría traducir como “ahora ha llegado”. La salvación, el poder, el reino de nuestro Dios, y la autoridad de Cristo habían llegado. Y esto sólo era posible, porque Jesús había subido a los cielos. Como consecuencia de la autoridad de Cristo, ahora presente en el cielo, ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos; el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

Entonces el diablo fue sacado del cielo, como consecuencia de la autoridad de Cristo, que tomó al resucitar de la muerte. Es la victoria sobre el pecado y la muerte, lo que le da la autoridad a Jesús, y con ella logró la expulsión de Satanás de los cielos.

Ahora bien, ¿Qué es lo primero que el diablo hace cuando es expulsado de los cielos? Perseguir a la mujer (v.13), lo cual nos conecta, nuevamente, con el verso 6. El verso 14 dice que la mujer huyó de la serpiente, al desierto, donde será sustentada 3,5 años.
Como hemos dicho, la mujer corresponde a los santos, tanto judíos como cristianos, y la huida al desierto hace alusión al Señor Jesús, cuando fue llevado por el Espíritu a tal lugar, y tuvo su enfrentamiento con el diablo, del cual salió vencedor. También corresponde a Israel, que anduvo 40 años vagando por el desierto.

Lo que podemos presumir es que Satanás bajó desde los cielos a la tierra a matar al hijo, parido por la mujer. En ese momento, y a causa de esto, Miguel inició una batalla contra el diablo y logró vencerlo, sacándolo de los cielos. Al resucitar el Señor, el diablo no tenía más oportunidad de presentar acusación en contra de los santos, por lo que se le cerró el acceso. Esto lo enfureció y decidió hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan el mandamiento de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo. (Ap 12.17)


El Señor mismo indicó cuando se inició esta confrontación. Él dijo en Mateo 11.12: Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.

La persecución en contra de la descendencia inicio en el primer siglo, y terminará justo antes de que el Señor Jesús, regrese.

EL ÁNGEL QUE DESCIENDE:

En consecuencia, según lo expuesto hasta ahora, es mi punto de vista, que este ángel no es ningún demonio, sino que este es uno de los ángeles que tienen función de iniciadores de eventos. Así como los 4 ángeles que están parados en los 4 vientos (Ap. 9.14, 15), los cuales han de matar a “la tercera parte de los hombres”.  Él ángel de la quinta trompeta desciende del cielo y  se detiene en la tierra, a cumplir su misión. Aquí recibe la llave del abismo (Ap 9.1).

Al tener la llave: abrió el pozo del abismo…” En Gn 1.2l el abismo contiene las tinieblas, por lo que pudiera pensarse que se refiere al vasto universo, el cual quedó en oscuridad una vez que hubo la rebelión de Satanás. En Salmo 33.7 aparecen los abismos guardados en depósitos. En el abismo será apresado Satanás (Ap. 20:1,2) y desde el abismo surge “La Bestia” (Ap.17.8).

EL ABISMO:

Según una multitud de versículos al abismo se le asocia con las fuentes de las aguas que están arriba, pero en otros se le relaciona con las partes de abajo. Por ejemplo, cuando el diluvio las Escrituras dicen: El día 17 del mes segundo del año 600 de la vida de Noé, en este día fueron rotas todas las fuentes del abismo y fueron abiertas las ventanas de los cielos. Y hubo lluvia sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches. (Gn 7.11,12) Luego en el 8.2 añade: Fueron cerradas las fuentes del abismo y las ventanas de los cielos, y se detuvo la lluvia de los cielos. En otras revisiones, en donde dice abismo, aparece océano o gran océano.
Otro momento es cuando Faraón perseguía a Israel. Dios abrió el mar y los abismos los cubrieron; descendieron como piedra a las profundidades. (Éxodo 15.5)  En el 15.8 dice: Por el soplo de tu aliento se amontonaron las aguas; las olas se acumularon como un dique; los abismos se cuajaron en medio del mar.

Cuando Jacob bendice a Josué le desea que “Bendita de Jehovah sea su tierra con lo mejor del cielo, con el rocío y con el abismo que se extiende abajo”. (Deuteronomio 33.13) Esto nos lleva a inferir que hay un abismo arriba, desde donde vinieron las aguas del diluvio, y hay un abismo abajo que lo forma el gran océano. Si embargo, en Gn 1.2 el Espíritu de Dios se movía sobre el abismo de abajo, y las tinieblas estaban en el abismo de arriba.
Esta inferencia parece quedar confirmada con Job 28.14. Acá están buscando a la sabiduría, por lo que “El abismo dice: No está en mi; y el mar dijo: Ni conmigo”. De nuevo el mar y el abismo están relacionados.

Pero como hemos dicho atrás, Satanás será apresado en el abismo. Y en Job 38 pareciera estar medida la amplitud del abismo el cual se extiende desde las puertas del Hades, en los profundo del mar, hasta lo más alto de la atmósfera donde se produce el congelamiento de las aguas ¿Has andado escudriñando el abismo? ¿Te han sido descubiertas las puertas de la muerte? (v.38:16,17)  ¿De qué vientre salió el hielo? Y la escarcha del cielo ¿quién la engendró? Las aguas se endurecen a manera de piedra. Y se congela la faz del abismo. (v.38:28-30).

¿Qué es el abismo, entonces?
Cuando uno piensa en abismo, quizá lo asocie con precipicio. Es decir un profundo barranco, cuyo fin quizá no sea posible divisar desde las alturas. Pero si uno ve in precipicio, ubicado en algún lugar de la tierra, y lo compara con el vasto universo, quizá no le parezca tan impresionante.
Que tal si salimos de noche de nuestra casa, y miramos el firmamento ¿No este precipicio mayor que ninguno? ¿No dice la Biblia, que en el principio las tinieblas cubrían la faz del abismo?

El escenario del principio es aguas y abismo. El Espíritu de Dios se movía sobre las aguas, y las tinieblas cubrían el abismo. La RV1995 tiene una interesante aclaratoria: Los antiguos hebreos no poseían un término equivalente el griego, cosmos. El universo en su totalidad era designado con la expresión el cielo y la tierra. En el uso de esta expresión, se refleja la costumbre semítica de abarcar una totalidad, mencionando dos elementos extremos u opuestos (Cfr Gn, 2.9)
La NVI dice: Los cielos y la tierra: Todas las cosas. (Cfr. Is44.24). El uso de los extremos en hebreo indica la totalidad de algo; en este caso apunta a la totalidad de la creación.

Con relación a las tinieblas sobre la faz del abismo, la RV1995 dice: Otra posible traducción sería: Todo era un mar profundo cubierto de oscuridad. Según una idea muy difundida entre los pueblos del antiguo oriente, antes de la creación solo había un caos de tinieblas, que lo cubría todo, como aguas amenazantes (Cfr. Sal 104.6-9). Por lo tanto una de las acciones del Creador fue separar las aguas de arriba, de las de abajo, poniendo como línea divisoria la expansión o bóveda celeste (v.7). De acuerdo con los v.5-9 de este caos primitivo se formaron los mares, tanto los que están en la superficie, como los que están debajo de ella (Cfr. Salmo 18.15; Salmo 24.2)
Job 38;8,9 muestra lo que se ha querido decir: ¿Quién encerró con puertas el mar, cuando se derramaba saliéndose de su seno, cuando yo le puse nubes por vestiduras y oscuridad por faja?
¿Sería posible sugerir una interpretación de Génesis 1.1: En el principio creo Dios todas las cosas, el Universo?

El Targum Onkelos dice: In the first times the Lord created the heavens and the earth. And the earth was waste and empty, and darkness was upon the face of the abyss. Es decir En los primeros tiempos el Señor creó los cielos y la tierra. La tierra tenía desperdicios y estaba vacía, y la oscuridad estaba sobre la cara del abismo. Una traducción más ajustada dice que las tinieblas estaban esparcidas…

El Targum Pseudo Jonathan dice: En el comienzo Dios creó los cielos y la tierra. La tierra no tenía forma y vacía, desolada de gente y vacía de animales. La oscuridad estaba sobre la superficie de la profundidad (también traduce abismo), y un viento misericordioso de delante de Dios, estuvo soplando sobre la superficie de las aguas.
Como consecuencia de los argumentos expuestos, creo que tengo licencia para asumir que, el abismo abierto por el ángel, es la bóveda celeste y no el lugar de los muertos, o el infierno.

Los estudiosos sugieren que las langostas que salen del abismo, son demonios que vienen a atacar a los hombres. Por ejemplo RV 1995 dice: Abismo, lugar de encierro de espíritus malignos y cita a Ap.1. 20; 8.10 y 20.1
La NVI toma las langostas en sentido literal, y da ejemplos de devastaciones de langostas.
Moody divaga un tanto en que pudieran ser un ejército invasor, o espiritual, decantándose por esto último. Dice estar de acuerdo con Milligan. Es “una gran explosión de maldad espiritual”.
Jamieson, Fausset y Brown aseguran que son demonios, y el mismo Satanás.  
Sin embargo algunos detalles parecen sugerir que quizá no sean demonios, sino algo que actúe  sobre el plano de lo físico. La palabra que algunos traducen como “atormentar”, en griego es  que traduce mejor “torturar”, “perturbar”.

El contenido de Apocalipsis 9 parece desmentir que sean demonios:
  1. A las langostas se les da poder en ese momento, sin embargo sabemos que los demonios siempre han tenido poder, Unos más que otros, según la jerarquía que Satanás les haya dado.
  2. Se les manda que no dañen la vegetación. ¿Acaso es compatible a los seres espirituales, la destrucción de lo natural? ¿Le es permitido a los demonios, por ejemplo, incendiar un bosque? ¿No sería más bien esto una actividad propia de los hombres, o de algún elemento de esta naturaleza?
  3. Hacer daño a los hombres si es una actividad de los demonios, pero ni exclusiva de ellos. Los hombres también hacen daño a los hombres. Algunos elementos naturales podrían hacer daño a los hombres, como un tornado, una lluvia de granizo u algún meteoro.
El elemento más conflictivo para que sean demonios (o langostas) es su aspecto.
  1. ¿Demonios como caballos preparados para  la guerra?
  2. Que un demonio tenga corona es factible, ¿pero que tenga cara humana y cabello de mujer?... Bueno es factible.  En el carnaval los demonios se disfrazan.
  3. ¿Un demonio con coraza?

Mi interpretación de este asunto, tiene que ver con la profecía del caos cósmico, que dijo el Señor Jesús, y aparece en Apocalipsis 6                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

En Mateo 24,29 dijo el Señor:
Pero inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor. Las estrellas caerán del cielo y los poderes de los cielos serán sacudidos.
Y Apocalipsis 6:
Y miré cuando él abrió el sexto sello, y se produjo un gran terremoto. El sol se puso negro como tela de cilicio; la luna entera se puso como sangre, 13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como una higuera arroja sus higos tardíos cuando es sacudida por un fuerte viento.

Creo que el absimo que abrió el ángel es el de arriba, lo cual inicio un evento contenido en profecía. Los astros que han mantenido un ritmo armónico durante siglos, de pronto se ven liberados de las leyes físicas, que los han mantenido en esa armonía. Esto es lo que, en mi opinión, logra el ángel al tomar la llave.

Como veremos en este desarrollo, el ángel abre la puerta del abismo, es decir las “ventanas de los cielos” y permite que las fuerzas cósmicas liberen, del profundo e infinito abismo de la oscuridad del universo, todos los cuerpos celestes que han quedado contenidos por miles de siglos, pero que ahora por la voluntad de Dios, entrarán en la tierra.

Sobre este tema algunos citan a Joel, porque él habla de langostas. En el capítulo 1 Joel habla de una situación terrible que está viviendo Israel. ¿Ha sucedido algo semejante en vuestros días, o en los de vuestros padres? (Joel 1.2) En el capítulo 1 Joel muestra a Israel como un desierto, absolutamente seco y vacío, hasta el punto que la ofrenda vegetal y la libación han sido quitadas de la casa de vuestro Dios. (Joel 1.13). Esto hace pensar en la abominación desoladora colocada en el Lugar Santísimo, y al impedimento de continuar con la ofrenda y el sacrificio (Dn 9.27). Sobre este versículo la rev 1909 de la Biblia Reina – Valera dice:”…después con la muchedumbre de las abominaciones, será el desolar; y hasta una entera consumación…”  Quiere decir entonces que el acumulado de las abominaciones en la tierra, desata el “desolar” La rev 1960 dice: después con la muchedumbre de las abominaciones, será el desolador… Parece tener un mejor sentido, lo que dice la rev. 1909.

La desolación o el “desolar” vienen como respuesta de lo alto a las abominaciones sobre la tierra. Es un castigo, o una retribución como menciona Lucas 21: 22 (venganza) y Pablo, por el acumulado de las abominaciones. Entendemos entonces, que lo que origina tal desolación son las abominaciones y sería causada desde arriba, con los cuerpos celestes que se precipitarán sobre la tierra. 
Joel, en ese dramático momento, menciona al ejército que sorprenderá a los habitantes de la tierra: ¡Tiemblen todos los habitantes de la tierra, porque viene el día de Jehovah!  ¡Día de tinieblas y de oscuridad, día de nublado y de densa neblina! Como negrura que se despliega sobre las montañas, es un ejército grande y fuerte. (Joel 2:1,2) El pueblo grande y fuerte, son los higos que caen a la tierra, del cual hace mención el Señor en Mateo 24.29, Marcos 13.25.

Si interpretamos bien, el desastre cósmico viene en el momento en que las abominaciones han llegado al máximo que Dios puede soportar. Y por causa de tales abominaciones Dios envía Su ejército celestial, en perfecto orden. Al entrar a la atmósfera, se incendian debido a la fricción. Joel dice: Delante consume el fuego, y detrás abrasa la llama. La tierra que antes era como el jardín de Edén será después como desierto desolado. ¡No habrá quien escape! Joel también ve caballos, o como si lo fueran; Su aspecto es como el aspecto de caballos, y corren como gente de a caballo. Juan dice: El aspecto de las langostas era semejante a caballos equipados para la guerra. (Ap 9:7)

Joel los compara a carros de guerra: Con estruendo de carros saltan sobre las cumbres de los montes, con crepitar de llama de fuego que consume la hojarasca, como pueblo fuerte listo para la batalla (Joel 2:5) y Juan también: El estruendo de sus alas era como el ruido de carros que con muchos caballos corren a la batalla (Juan 9:9). Pareciera que ambos hablan de lo mismo.

Juan dice que el poder lo tienen en las colas: Tienen colas semejantes a las de los escorpiones, y aguijones. Y en sus colas está su poder para hacer daño a los hombres durante cinco meses. (Apocalipsis 9:10). Considerando que son cuerpos celestes que se inflaman al entrar en la atmósfera, tiene mucha lógica lo de las colas, ya que la masa de roca va adelante, y la cola incandescente queda atrás. Juan ve la cola del meteoro encendida en un fuego descomunal, y piensa que su poder está allí. Pero Juan ve algo más. Les ve cabello como de mujer, dientes como de león y una coraza como de hierro. El cabello de mujer podrían ser las llamas que ondean por causa del viento, que estremece la roca incandescente, a su paso por los aires. La coraza como de hierro es el enorme cuerpo de la roca, y los dientes de león, podría sugerir el enorme poder destructivo del impacto, que se engulle lo que toca.

Juan dice que a estas “langostas”  se les dio instrucciones que no matasen, sino que atormentasen. Joel dice que  delante de él tiemblan los pueblos, y palidecen todos los semblantes” (Joel 2.6). Pero Lucas es aún más gráfico.  Y en la tierra habrá angustia de las naciones por la confusión ante el rugido del mar y del oleaje.  Los hombres se desmayarán a causa del terror y de la expectación de las cosas que sobrevendrán al mundo habitado, porque los poderes de los cielos serán sacudidos. (Lucas 21:25,26) Recordemos que este tiempo será por causa de las abominaciones de los hombres que no tienen el sello de Dios en las frentes (Ap 9.4). Ellos tienen el sello de la bestia. Pero los sellados con el Espíritu Santo (Efesios 1.13) no sufrirán daño, aunque están en la tierra.

Joel explica lo que podríamos presumir, que estos meteoros son como los misiles usados en la guerra de Irak. Conocen su objetivo, y no cambian su rumbo, sino que andan por las nubes hasta ubicarlo, y luego destruirle. Así dice Joel: Corren como valientes; como hombres de guerra escalan la muralla. Cada uno sigue su camino, y no abandonan sus sendas. Ninguno tropieza con su compañero; cada uno va por su calzada. Aun cayendo a causa de la espada, no rompen su formación en la ciudad. Van saltando por el muro, corren por las casas, suben por las ventanas y entran como ladrones. (Joel 2.7-9) Los cuerpos celestes entrarán en cada ciudad buscando a los hombres que no tienen el sello de Dios, y destruirán casas, edificios, fortalezas, pero no los matarán. La muerte habrá huido. En aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero de ninguna manera la hallarán. Anhelarán morir, y la muerte huirá de ellos. (Apocalipsis 9.6).

EL DÍA DEL SEÑOR: Joel 2 termina con este planteamiento: Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo. Lo cual lo ubica en un único momento histórico. No hay otro como este: El día de Jehová.
Joel nos está diciendo que lo que sucederá en aquel momento se debe a la llegada del día de la ira de DIOS (en lo sucesivo no usaré el NOMBRE, por respeto a ÉL) y Sofonías es, quizá, quien mejor lo describe.  Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente.  Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento,  día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres.  Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol.  Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.
¿Podemos siquiera imaginarnos lo que sucederá? Miles de cuerpos celestes penetrando la atmósfera, y acercándose a la tierra, a nuestras ciudades, hermosas ciudades llenas de Satanás, llenas de idolatrías, llenas de muñecos de adoración, dispuestos a destruir. Imaginemos las inmensas bolas de fuego, moviéndose por los cielos, a acercándose como los famosos aviones del 11 de septiembre de 2001, en el World Trade Center, hacia los “hermosos” lugares que tanto hemos admirado. Estas inmensas bolas de piedra, algunas de decenas de metros, otras de centenas, a gran velocidad, encendidas, impactarán contra los edificios, las plazas, palacios, catedrales, calles… y destruirá todo. Cambiará el paisaje en minutos, y sólo quedará fuego, humo y desolación. Ninguna vida quedará, excepto los que tengan el sello de Dios, el Espíritu Santo, en sus frentes (Ef 1.13). Dios dice porque hará esto: Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová.
Isaías 24 también habla de este momento. La tierra ha sido profanada por sus habitantes, porque han transgredido las leyes, han falseado el derecho y han quebrantado el pacto eterno.  Por esta causa una maldición ha devorado la tierra, y los que la habitan son culpables. Por esta causa han disminuido los habitantes de la tierra, y quedan muy pocos seres humanos.
La devastación será total. Tal parece que la tierra no ha reflexionado sobre un asunto. Esta tierra es de Dios, y a Él le pertenece. Pero hemos hecho de ella un teatro; una pantomima de lo que Dios quiso hacer inicialmente. La tierra ha sido contaminada de pecado e idolatría, de adulterio y asesinato, de perversión y sodomía. La hemos llenado de cuanta inmundicia se nos ha ocurrido. Satanás ha engañado a la humanidad, y el velo está allí puesto, pero todo esto contribuirá al día de la ira. Todas las cosas hechas sobre la tierra, serán recordadas en aquel día. El religioso y el que no lo es correrán con la consecuencia, y los hipócritas irán primero.  Desde el extremo de la tierra oímos salmos: “¡Gloria al Justo!” Pero yo dije: ¡Desdichado de mí, desdichado de mí! ¡Ay de mí! Los traidores han traicionado; los traidores han actuado con gran traición.
A muchos que se llaman a sí mismos representantes de Dios se las caerá la careta en ese día. No sólo católicos, sino muchos que se llaman evangélicos serán asaeteados, porque mintieron a los santos, y les engañaron, llevándoles al infierno. Dicen  “¡Gloria al Justo!” pero por dentro están llenos de Satanás, su padre.
El mismo Isaías nos dice que es lo que acontecerá en la tierra, que producirá tal estado de caos: Y acontecerá que el que huyere de la voz del terror caerá en el foso; y el que saliere de en medio del foso será preso en la red; porque de lo alto se abrirán ventanas, y temblarán los cimientos de la tierra. ¡Esto es! Se abrirán las ventanas de los cielos; es decir será abierto el abismo que dejará salir sus langostas. Este magno evento, es conocido como el día de la ira de Dios. Recordemos la cita mencionada atrás, que habla del momento del diluvio, y las Escrituras mencionan “las ventanas de los cielos”.
 Fijémonos que las coincidencias abundan. Según Daniel 9, el desolador vendrá cuando sean acumuladas abominaciones. Asimismo Isaías dice que las ventanas serán abiertas, por el mal desatado ¿Y qué le sucederá a la tierra? Será quebrantada del todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra conmovida.  Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará.
Amos es otro de los profetas que habla acerca del día de Dios. En 5.18.20 dice: Ay de los que anhelan el día de Jehovah! ¿Para qué queréis este día de Jehovah? Será día de tinieblas, y no de luz.  Será como el que huye de un león y choca con un oso; entra en casa y apoya su mano en la pared, y le muerde una serpiente. ¿No será el día de Jehovah para él tinieblas y no luz, oscuridad y no resplandor? Y más adelante añade: Jehovah ha jurado por la gloria de Jacob: “¡No me olvidaré jamás de todas las cosas que han hecho! ¿No temblará la tierra por esto?¿No harán duelo todos sus habitantes? Subirá toda como el río Nilo; se agitará y mermará como el Nilo de Egipto.  Sucederá en aquel día, dice el Señor Jehovah, que haré que el sol se oculte al medio día; y en pleno día haré que la tierra sea cubierta de tinieblas. Convertiré vuestras fiestas en duelo y todas vuestras canciones en cantos fúnebres. Haré que todos los lomos se cubran de luto, y que se rapen todas las cabezas. Traeré a ella duelo como por hijo único, y su final será un día de amargura.
LA LUNA Y EL SOL: Termina diciendo Isaías 26: Y serán amontonados como se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en prisión quedarán  encerrados, y serán castigados después de muchos días.  La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso. La luna y el sol tienen un gran protagonismo, en el día de la ira de Dios. En la misma línea de estudio que venimos haciendo, citando a Joel 2, invocaremos las líneas finales que dicen: El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.  Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.
Y en el Nuevo Testamento. Mateo 24 dice: E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Marcos 13: Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor,  y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas.
Apocalipsis 6, añade: Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre;  y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.
Sobre esto Lucas 21 dice: Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;  desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. (v. 25,26)
Estos eventos cósmicos preceden a la venida del Señor Jesús, para poner orden sobre una tierra devastada.

Hageo escribió acerca de este momento. En 2.6 dice: No temáis,  porque así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: Dentro de poco yo estremeceré los cielos y la tierra, el mar y la parte seca.  Estremeceré todas las naciones, y vendrá el Deseado de las naciones. Este profeta es claro cuando afirma que el Deseado de las naciones (que es Jesús) regresará después del día de la ira de Dios. 

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