PRIMER LIBRO DE ENOC. CAPÍTULO 55
En el capítulo precedente, el 54, Noé termina hablando acerca del diluvio que Dios mandó sobre la tierra, y nos dice que Él abrió los depósitos de agua que están sobre los cielos y las fuentes subterráneas. Y todas esas aguas se juntaron, aguas con aguas: las que están sobre los cielos … y las que están bajo la tierra ... Y fueron exterminados los que habitaban sobre la tierra y bajo los límites del cielo, para que reconocieran la injusticia que perpetraron sobre la tierra y por ella perecieron.
Este diluvio
estuvo dirigido a exterminar a todas las especies que se originaron por la obra
de los Satánes. Pero el Señor dejó con vida lo último que quedaba de la
generación de Set: Noé, Sem, Jafet y Cam. Junto con ellos estaban 4 mujeres,
sus esposas, que muy probablemente habrían venido de otra de las descendencias, la
de Caín.
En este
capítulo 55; Enoc nos habla de la decisión de Dios de no permitir más destrucción
de la humanidad por un diluvio.
Acerca de esto dice
Génesis 9: 8-17
Y habló Dios a
Noé y a sus hijos con él, diciendo:
He aquí que yo establezco
mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; y con
todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la
tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo
animal de la tierra.
Estableceré mi pacto con
vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más
diluvio para destruir la tierra.
Y dijo Dios: Esta es la
señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que
está con vosotros, por siglos perpetuos: Mi arco he puesto en las nubes, el cual será
por señal del pacto entre mí y la tierra. Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre
la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes.
Y me acordaré del pacto
mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá
más diluvio de aguas para destruir toda carne. Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me
acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que
hay sobre la tierra.
Dijo, pues, Dios a Noé:
Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está
sobre la tierra.
En este Capítulo
55 Noé no solo ratifica lo que dicen los Sagrados Escritos en cuanto al pacto de
Dios con los hombres, sino que complementa la información de Moisés y pareciera
decirnos, que él conocía del libro de Enoc y copió de él, lo que escribió.
No obstante, de
este escrito reconocemos que de manera tácita Dios se enfoca en los hombres
malos que prevalecieron aún a pesar del diluvio y, anuncia que, por cuanto ellos
no fueron destruidos del todo con el diluvio, todavía queda un anuncio de
terminación para ellos, lo cual será ejecutado en el día de la tribulación.
Escuchemos a
Enoc
Tras ello (haber enviado el diluvio) la cabeza de los Días
se arrepintió y dijo: "En vano he destruido a todos los que habitan sobre
la tierra".
Y juró por su gran
nombre: "De ahora en adelante no actuaré más así con los habitantes de
la tierra; colocaré un símbolo en los cielos como prenda de la fidelidad mía
para con ellos, por el tiempo que los cielos estén sobre la tierra.
"Esta es lo que
está de acuerdo con mi decisión: Cuando desee atraparlos por manos de los
ángeles en el día de la tribulación y el sufrimiento a causa de esto, desataré
mi castigo y mi ira sobre ellos", dijo el Señor de los espíritus;
"Reyes y poderosos que habitáis sobre la tierra, veréis
a mi Elegido sentarse sobre el trono de gloria y juzgar a 'Asa'el, sus
cómplices y sus tropas, en el nombre del Señor de los espíritus".
Comentarios