SEÑALES DEL FIN

  Enoc nos introduce acá en los tiempos de la gran tribulación, que son tiempos de angustia, como nos dijo el profeta Daniel: " y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces (Daniel 12:1). Hace referencia Enoc, a la sangre derramada por los santos como consecuencia de la obra de los poderosos de la tierra, los ángeles caídos y el linaje de Caín. En tiempos del gobierno del antiMesías, éstos perseguirán a los seguidores del Señor Yahshúa y derramarán la sangre de ellos, como nos dice el quinto sello :¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? (Apocalipsis 6:10) Luego, nos enseña Enoc que durante ese tiempo fue establecido el número de los elegidos. Pablo nos había hablado de ese número cuando dijo: Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entra

Daniel en el capítulo 7 de su libro menciona lo que él ve y dice: Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia…Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él . Y esto mismo parece ser lo que está observando Enoc, y que menciona en unos términos bastante semejantes a los que usó Daniel. Esta parábola, que es la segunda, nos va a mostrar el parecer de Dios Todopoderoso, relativo a quienes gobiernan el mundo con su poder y sus riquezas, y que menosprecian la verdad y la justicia. Enoc vio a Dios, a quien llamó la Cabeza de los días por el cabello blanco, y también miró junto a Dios al Hijo del hombre, al Señor Yahshúa. Reconoce Enoc que el Señor Yahshúa es la Justicia de Dios, porque en él reposa la Verdad. Enoc escribió con una claridad prec

  EL LIBRO DE ENOC LA SEGUNDA PARÁBOLA Este capítulo 45 es hermoso. Es extraordinario como coincide sus dichos con la verdad contenida en los Sagrados Escritos. Ya Enoc nos había dicho al principio de sus escritos, que él escribía a los que habían salido victoriosos de la tribulación que vendrá sobre la tierra y, que lo hacía para una generación por venir. En es te capítulo inicia la segunda parábola, la cual como él dice, ha sido escrita para describir lo que ocurrirá con los que han rechazado el cuerpo del Ungido, los que reaccionaron en contra de Israel y de la iglesia. Es muy importante la importancia que dan estos escritos al NOMBRE de DIOS, pero no como para esconderlo sino para que el mundo lo respete, aun conociéndolo. Hay un castigo para los que no aceptan a los santos y rechazan al NOMBRE del Señor. Esta parábola anuncia lo que acontecerá con aquellos que se vuelvan en contra de DIOS, y de la comunidad de los santos. Escuchemos "Ésta es la segunda paráb

  Es curioso e interesante que, entre los relámpagos y las estrellas hay una relación. Asimismo, entre las estrellas y los ángeles existe una conexión. Que las estrellas y los ángeles sean una misma esencia, parece poder sonsacarse de estos escritos. En ese sentido, entendiendo el asunto de esta manera, podemos comprender que los 200 millones de estrellas que dicen los Sagrados Escritos que golpearán la tierra, representarían al número de ángeles que se rebelaron en contra de Dios o el que Dios usará de entre sus ángeles fieles, para vengarse de los que se rebelaron. Los Escritos dicen que el número de los rebelados fue la tercera parte de los ángeles del cielo (Apocalipsis 12:3). Que este porcentaje corresponda a 200 millones, no podemos asegurarlo. Pero que esto podría ser representativo, simbólico, no podemos descartarlo. Enoc nos dice que cada estrella tiene un nombre y asegura que cuando Dios las llama ellas le ponen atención. En consecuencia, la estrella es un ser vivo, y c

 ENLACES DE AUDIOS CARTA A LOS HEBREOS

  Las Sagradas Escrituras Libro de las Revelaciones Capítulo Uno La revelación de Yahshúa El Ungido, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Yahshúa El Ungido, y de todas las cosas que ha visto.   Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.   Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono;   y de Yahshúa El Ungido el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra.  Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,   y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.   He aquí que