ENOCH: LA PRIMERA PARÁBOLA
A Enoch les fue confiada sabiduría del cielo, para discernir los eventos que habrían de suceder sobre la tierra en el final de los tiempos. Se le entregaron tres parábolas. He aquí la primera:
Capítulo 38
1 Primera Parábola.- Cuando aparezca la asamblea de los justos y los pecadores sean juzgados por sus pecados y expulsados de la superficie de la tierra.
2 cuando el Justo se manifieste a los ojos de los justos, de los elegidos cuyas obras dependen del señor de los espíritus; cuando la luz brille para los justos y para los elegidos que habitan sobre la tierra: ¿Dónde estará entonces la morada de los pecadores? ¿Dónde estará el lugar de descanso de quienes han renegado del Señor de los espíritus? Habría sido mejor para ellos no haber nacido.
3 Cuando los misterios de los justos sean manifiestos y los pecadores juzgados y expulsados de la presencia de los justos y los elegidos,
4 desde ese momento los que dominan la tierra no serán poderosos ni elegidos por más tiempo ni podrán ellos mirar a la cara de los santos, porque será la luz del Señor de los espíritus la que brillará sobre la cara de los santos, de los justos, de los elegidos.
5 Entonces, los reyes y los poderosos perecerán y serán entregados a las manos de los justos y de los santos.
6 Y de ahí en adelante nadie buscará para ellos la misericordia del Señor de los espíritus porque su vida encontró su final.
Capítulo 39
1 Y ocurrirá en esos días que los hijos de los elegidos y santos descenderán de lo alto del cielo y su linaje llegará a ser uno con el de los hijos de los hombres.
2 Enoc recibió los libros del celo y la ira y los libros de la angustia y el destierro: "Nunca más obtendrán misericordia", dijo el Señor de los espíritus.
Esta parábola es justa y verdadera, y encuentra correspondencia en las Sagradas Escrituras. El juicio de los pecadores aparece en Apocalipsis 20. Todos los enjuiciados serán expulsados de la tierra y enviados al lago que arde con fuego y azufre (Apocalipsis 14, 19-21)
El Justo es el Señor Yahshúa quien volverá de nuevo envuelto en un gran resplandor y se manifestará a los justificados, quienes son suyos porque fueron comprados con precio de sangre.
Los justificados por la sangre del Señor sean rescatados, se establecerá su gobierno sobre la tierra (Daniel 7:18) y quienes les sometieron durante el despiadado mandato de la bestia serán expulsados y ya no habrá lugar para ellos.
Capítulo 38
1 Primera Parábola.- Cuando aparezca la asamblea de los justos y los pecadores sean juzgados por sus pecados y expulsados de la superficie de la tierra.
2 cuando el Justo se manifieste a los ojos de los justos, de los elegidos cuyas obras dependen del señor de los espíritus; cuando la luz brille para los justos y para los elegidos que habitan sobre la tierra: ¿Dónde estará entonces la morada de los pecadores? ¿Dónde estará el lugar de descanso de quienes han renegado del Señor de los espíritus? Habría sido mejor para ellos no haber nacido.
3 Cuando los misterios de los justos sean manifiestos y los pecadores juzgados y expulsados de la presencia de los justos y los elegidos,
4 desde ese momento los que dominan la tierra no serán poderosos ni elegidos por más tiempo ni podrán ellos mirar a la cara de los santos, porque será la luz del Señor de los espíritus la que brillará sobre la cara de los santos, de los justos, de los elegidos.
5 Entonces, los reyes y los poderosos perecerán y serán entregados a las manos de los justos y de los santos.
6 Y de ahí en adelante nadie buscará para ellos la misericordia del Señor de los espíritus porque su vida encontró su final.
Capítulo 39
1 Y ocurrirá en esos días que los hijos de los elegidos y santos descenderán de lo alto del cielo y su linaje llegará a ser uno con el de los hijos de los hombres.
2 Enoc recibió los libros del celo y la ira y los libros de la angustia y el destierro: "Nunca más obtendrán misericordia", dijo el Señor de los espíritus.
Esta parábola es justa y verdadera, y encuentra correspondencia en las Sagradas Escrituras. El juicio de los pecadores aparece en Apocalipsis 20. Todos los enjuiciados serán expulsados de la tierra y enviados al lago que arde con fuego y azufre (Apocalipsis 14, 19-21)
El Justo es el Señor Yahshúa quien volverá de nuevo envuelto en un gran resplandor y se manifestará a los justificados, quienes son suyos porque fueron comprados con precio de sangre.
Los justificados por la sangre del Señor sean rescatados, se establecerá su gobierno sobre la tierra (Daniel 7:18) y quienes les sometieron durante el despiadado mandato de la bestia serán expulsados y ya no habrá lugar para ellos.
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