LO QUE VIENE
Se ha movido mucho la interrelación entre los profético y lo
mundano, en estos últimos días. Las declaraciones del premio Nóbel alemán
Gunter Grass avivaron el fuego de la polémica, pero ha logrado su objetivo:
darle a Israel un presunto carácter de agresor, y a Irán envolverlo en la idea
de que es su víctima.
La élite necesitaba de esto, luego de meses de ir y venir de
declaraciones poco cargadas del dramatismo necesario (para ellos). El asalto
final está en camino, y todo parece indicar que pronto habrá un desenlace. Las
páginas de Internet, de aquellos que están despiertos, se mueven aceleradamente
hacia un criterio común: 2012 es el año clave.
La (indeseable, pero 100% segura) guerra entre Israel y sus
vecinos, desencadenaría consecuencias catastróficas para el mundo entero, al
involucrar a todas las naciones poderosas. Y esto parece que no trascenderá más
allá de diciembre de este año. Por ello la élite requiere de ese veneno introducido por Grass y que
ahora ha dado la vuelta al mundo. La respuesta del estado judío a las
declaraciones de poeta (incitador) alemán, han añadido ese retruque necesario
(digo de nuevo, para ellos, la élite) para avivar el fuego de la confrontación:
declarar persona no grata al alemán. Alemania tiene vivo el recuerdo del
holocausto contra los judíos, de manera que una declaración antisemita
proveniente de un (famoso) alemán, incita a exacerbar los ánimos de la
comunidad internacional, sobre todo de los amigos de Israel (que parecen ser
pocos).
Los que piensan que la guerra no irá, se equivocan. La razón
es que está profetizada y se encuentra en La Biblia, pero además está
planificada por la élite desde hace más de 100 años. En la carta que Albert
Pikes, masón grado 33, le envió a su amigo Giuseppe Manzini en 1871 dice en lo
relativo a la tercera guerra mundial: se fomentará aprovechando las
diferencias causadas por los agentes de los Illuminati entre los Sionistas
políticos y los líderes del Mundo Islámico. La guerra debe conducirse de un
modo que el Islam (el mundo Arábico Musulmán) y el Sionismo político (el estado
de Israel) se destruyan mutuamente. Mientras tanto, las otras naciones, una vez
más divididas sobre este asunto se verán obligadas a luchar hasta el punto de
la completa extenuación física, moral, espiritual y económica.
Ciento treinta y un años han pasado desde la redacción de
esta carta y las condiciones impuestas, que se reflejan en los motivos de la
guerra, parecieran ser muy actuales. Pareciera que la carta hubiese sido escrita este
año!!! Los agentes Illuminatis están muy en boga en estos días (a través de
Bilderberg, la élite), el mundo arábico musulmán es precisamente el enemigo más
enconado de Israel este momento. Irán, Siria, Jordania, Egipto, y el estado
palestino (aún no reconocido por la ONU) que ocupan los territorios liberados
por Israel, constituyen los oponentes del día, a lo cual habría que añadir loas
declaraciones rusas a favor de estos estados, y en contra de Israel, y la
postura pro iraní de China.
Israel se ve amenazado por un Irán belicoso, arrogante y
envalentonado que posee tecnología nuclear (dicen ellos que no es con fines de
guerra), lo cual supone que sería mejor quitarlo del medio, antes de que se
convierta en un peligro más firme.
La profecía bíblica dice, por ejemplo en Zacarías 12: La palabra de Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos, que
pone los cimientos de la tierra y forma el espíritu del hombre dentro de él,
dice: “He aquí, yo haré de Jerusalén una copa de vértigo para todos los pueblos
de alrededor. Pero también será contra Judá durante el asedio contra Jerusalén.
Sucederá en aquel día que yo haré de
Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblos; todos los que la levanten
de hecho quedarán lacerados. Y todas las naciones de la tierra se juntarán
contra ella. (Zacarías 12: 1- 3).
Esta confrontación, de la que escribió el profeta Zacarías (el más mesiánico de
todos los profetas mayores) es la última de las guerras antes de la venida de
Jesús. Por eso creemos que se trata de esta (posible) guerra que estaría por
suceder en medio oriente. En medio de esta guerra y frente a lo duro de los
combates, Israel reconocerá que Aquel hombre montado en pollino, que reclamó
para sí mismo ser el único y auténtico hijo de Dios, era (y es) su Mesías, a
quien ellos injustamente (pero para toda justicia) asesinaron. Durante esa guerra, sin precedentes ellos mirarán al
que traspasaron y harán duelo por él con duelo como por hijo único,
afligiéndose por él como quien se aflige por un primogénito. 11 “ En aquel día
habrá gran duelo en Jerusalén, como el duelo de Hadad-rimón, en el valle de
Meguido. 12 La tierra lamentará, familia por familia: la familia de la casa de
David aparte, y sus mujeres aparte; la familia de la casa de Natán aparte, y
sus mujeres aparte; 13 la familia de la casa de Leví aparte, y sus mujeres
aparte; la familia de Simei aparte, y sus mujeres aparte. 14 Todas las otras
familias lo harán también, familia por familia, y sus mujeres aparte. Con
esto queda claro que la guerra va, bien por parte de los hombres, bien por
parte de Dios (que es quien, en primera y última instancia, decide).
Lo que viene es la guerra y será este año. ¿Por qué decimos
esto? ¿Por qué lo aseguramos con tanta firmeza? Primero porque las condiciones
están dadas, según lo que hemos expuesto. Es decir, los Illuminatis han hecho
su trabajo, desarrollando las dos primeras guerras (ya cumplidas, según el
recetario Illuminatis – masónico) y preparando el terreno entre Israel (a
quienes llaman el imperio sionista) y los musulmanes liderados por Irán, quien
con sus líderes – presidente Mahmud Ahmadineyad, y su Ayatolá Alí Jamenei han
encontrado el carburante necesario para encender las pasiones. Pero por otro lado está el hecho de que el
plan nuclear de Irán, ha creado alarma en el mundo, no solo en Israel, sino en
EEUU, quien ve con temor que algunas (no pocas) ojivas nucleares, con
suficiente poder destructivo, puedan caer en sus terrenos. Si los Illuminatis
han tenido alguna vez, la oportunidad de desarrollar una tercera guerra mundial, según la
receta, es ahora.
En segundo lugar está el hecho de los propósitos esotéricos
– místicos que tanto gustan al enemigo de Dios (es decir Satanás) contenido y
expresados muy claramente en las profecías mayas. Éstas aseguran, que para
diciembre de 2012 una Nueva Era de paz inundará el universo. Escribo nueva era
con mayúsculas porque acá se combinan los dos conceptos: la idea o propósito, y
la organización (sin sede) pero claramente existente desde hace muchos años.
Satanás sabe que el reino de Dios está cerca, y no puede soportar que Dios le
gane, sin que él haga algo. Por eso ha desarrollado ideas místicas, sobre todo
desde mediados del siglo XIX, cuya germen central consiste en establecer “un
reino de paz y armonía, durante el cual el hombre cambiará su conciencia de un
estado menor hacia uno mayor”. Esto es pura basura satánica, pero de allí
tomamos el mensaje no expuesto, y es que ciertas cosas pretenden ser
cambiadas en el mundo.
Lo que desea el diablo es introducir el gobierno de “su
hijo”, es decir al antiMesías, lo más pronto posible, y este tiempo es según lo
que él mismo le enseñó a los mayas, diciembre de 2012. El antiMesís existe ya
sobre la tierra y sólo espera el momento que su padre (el diablo) le envíe. Para
ello, los Illuminatis están trabando rápido, porque es necesario crear las
condiciones para que esto suceda. Estas condiciones se pueden resumir en CAOS
en el mundo.
Todo el caos se fundamente en los siguientes pasos:
- Guerra entre Israel y el mundo árabe (sobre todo Irán, porque hay algunos países árabes si no amigos, por lo menos pasivos en este conflicto)
- Caída de las monedas fuertes en el mundo, entiéndase el euro, el dólar americano, el yen, el yuan y la rupia. Lo primero que pasará es que el dólar caerá a niveles tan bajos, que prácticamente desaparecerá. Luego en su caída, las otra monedas se irán a pique. Esto creará un estado de absoluto caos en todo el mundo, con las gentes haciendo colas delante de los bancos, reclamando sus ahorros, y llevando a la quiebra a todos los bancos. En ese momento surgirá la propuesta de una sola economía en todo el mundo, con una única moneda, la cual por cierto ya está acuñada, y la mostró el presidente ruso en 2011.
- Colapso de la economía, y caída de los mercados de producción de alimentos y de comercialización de productos terminados. Los países industrializados serán controlados por un único mercado central, que será el que distribuya a los países. Para poder comprar se deberá firmar un acuerdo de comercialización, que hará de cada país un ente sumiso a la voluntad del “nuevo imperio universal”.
- Sediciones, escaramuzas, sublevaciones entre las gentes en cada país. Las guerras internas forman parte de este estado de caos.
- Los terremotos se multiplicarán y cada vez con más frecuencia, y en intensidades asombrosas. Prácticamente será extraño ver terremotos con valore inferiores a 6° en la escala de Richter. Estos terremotos son inducidos y serán focalizados en zonas adonde se desea destruir grandes cantidades de personas. Creemos que miles de millones de personas han de morir en los próximos tres años y medio, una vez iniciada la guerra, y muchas de estas muertes lo serán por causa de los terremotos. El paralelo 40 norte es la clave para definir la zona adonde serán frecuentes estos terremotos. Difícilmente veremos terremotos en áreas por encima del paralelo 40 norte. Todas las muertes ocurrirán por debajo de él.
- Las epidemias se extenderán por toda la tierra. Pero no con los niveles de agresividad que vemos ahora, sino con un potencial masivo de destrucción. La muerte por causa de las epidemias sobrevendrá no solo por la epidemia misma, sino por las vacunas con las que, en teoría, erradicarían la enfermedad. La muerte estaría en la enfermedad y en los medicamentos a ser suministrados.
- El hambre ya no será un asunto de los países africanos, sino de todos aquellos por debajo del paralelo 40 norte. El caos económico, y el control sobre los centros de producción crearán un estado de caos alimentario. La dificultad para acceder a los alimentos, será el arma más poderosa de la élite, para someter a los países. Los alimentos estarán allí, pero nadie podrá comprar. Para poder hacerlo será necesario firmar la declaración de apostasía. Ésta incluye la negación de Jesucristo como Hijo de Dios, el repudio a toda forma de doctrina cristiana, el odio contra todos los santos, y la aceptación del antiMesías como rey universal, y del diablo como único dios sobre la tierra. Esto tendrán que hacerlo todos aquellos que quieran comer.
Más o menos esto prefigura la situación que ha de sobrevenir
en el mundo, en los próximos meses. Es de esperar que esto se lleve adelante en
los próximos tres años y medio, después de indiciada la guerra. Una vez que la guerra comience, la semana 70
habrá dado inicio
Este es el panorama de lo que ha de venir al mundo ¿Estas
preparado?
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