PUERTO RICO
¿Ciudadanos de segunda clase? UNA semana, cuando José Sánchez, el alcalde de Manati, Puerto Rico, informó del daño causado por el huracán María a su pequeña ciudad, estaba furioso: tres días después de la tormenta y todavía no había electricidad ni red telefónica. Aún peor que eso, el alcalde de esta ciudad de 43.000 habitantes dijo al centro de coordinación de crisis a 25 millas de distancia en la capital, San Juan, que no había agua - se había visto obligado a drenar su piscina municipal para que su pueblo pudiera lavarse, bañarse y limpiar sus inodoros.. (continuar leyendo)